1 Juan 2:27
"Pero ustedes han recibido el Espíritu Santo, y El vive en sus corazones, y por lo tanto no necesitan que se les señale lo que es correcto. El Espíritu Santo les enseña todas las cosas, y El, que es la Verdad, no miente. Así que, tal como les he dicho, vivan en Cristo y nunca se aparten de El".
He comenzado a leer la primera carta de Juan y de veras que no tiene desperdicio!. Es tan sencilla y tan profunda... Está impregnada del amor de alguien que, realmente, fué amado primero.
De todos los textos impresionantes que el Señor me ha regalado hoy, me he quedado con este porque creo que resume a la perfección la vida y la aspiración de todo cristiano.
"Pero ustedes han recibido el Espíritu Santo, y El vive en sus corazones, y por lo tanto no necesitan que se les señale lo que es correcto. El Espíritu Santo les enseña todas las cosas, y El, que es la Verdad, no miente. Así que, tal como les he dicho, vivan en Cristo y nunca se aparten de El".
He comenzado a leer la primera carta de Juan y de veras que no tiene desperdicio!. Es tan sencilla y tan profunda... Está impregnada del amor de alguien que, realmente, fué amado primero.
De todos los textos impresionantes que el Señor me ha regalado hoy, me he quedado con este porque creo que resume a la perfección la vida y la aspiración de todo cristiano.
Cuando recibimos el Espíritu Santo ya no necesitamos que se nos señale lo que es correcto por el Espíritu nos enseña todas las cosas. No es ésa vuestra aspiración en la vida???. La mía, sí. Me encantaría saber lo que debo hacer en cada momento, sin dudas, sin medias tintas, sin matizaciones ni vacilaciones en la gama de los grises. Me encantaría saber con certeza qué es lo que Dios quiere que yo haga en cada momento pero, por otro lado, no quiero ser un robot en manos de un ser superior. Entonces???.
Para conciliar ese "desaguisado", Jesús, que conoce mejor que ninguno de nosotros nuestras necesidades, nos dejó al Consolador para que podamos tener claridad en medio de la oscuridad.
Asi que, tal como Juan nos dijo a través de su primera carta, "vivamos en Cristo y nunca nos apartemos de El". Qué maravilloso!!!.
Ese es mi deseo y se que es también el vuestro. Lo único que me queda es ponerme de rodillas cada mañana y buscarle en oración y abrir su palabra para que sea la lámpara que ilumine la oscuridad de el mundo que me rodea. Amén!.
Un abrazo cariñoso.
Que el Señor os bendiga.
Ernesto
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