"No es siempre la presentación más sabia de la verdad de Dios la que convence y convierte al alma. Los corazones de los hombres no son alcanzados por la elocuencia ni la lógica, sino por las dulces influencias del Espíritu Santo, que obra quedamente y sin embargo en forma segura para transformar y desarrollar el carácter. Es la queda vocecita del Espíritu de Dios la que tiene poder para cambiar el corazón."
Ellen White. [Profetas y Reyes. Pág 182]
Hoy quiero deleitarme y meditar en este mensaje inspirador que resume de forma magistral la esencia de nuestra vida espiritual. Quisiera ser capaz de interiorizarlo. De hacerlo mío.
Podemos tratar de utilizar todas las estrategias y planes que se nos puedan ocurrir para predicar de Jesús. Podemos dejarnos la piel, la familia, la nación y hasta la vida en ese digno esfuerzo. Podemos usar todos los dones y talentos con los que Dios nos ha dotado. Pero nada de ello tendrá significado, nada servirá, todo será inútil, si no estamos bajo la influencia del Espíritu Santo. Tan sólo Él tiene poder para cambiar el carácter de las personas que nos rodean. Sólo Él cambia el corazón de todos aquellos a los que queremos llegar para hablarles de Dios y su inmenso amor.
Me descansa pensar en esta idea. Necesito consagrarme a Jesús. Sólo eso. Ahí está mi fuerza. Entregarme a la dulce influencia de su Espíritu. Sólo así podré hacer realidad el pensamiento y la ilusión que el maestro ha implantado en mi corazón de alcanzar al mundo, a mi mundo, con su luz.
Que este sábado sea un día de descanso en Jesús. En su amor. En su bondad. Un día para dejarnos llenar de Su Espíritu.
Vuestro desde el arroyo de Besor.
Ellen White. [Profetas y Reyes. Pág 182]
Hoy quiero deleitarme y meditar en este mensaje inspirador que resume de forma magistral la esencia de nuestra vida espiritual. Quisiera ser capaz de interiorizarlo. De hacerlo mío.
Podemos tratar de utilizar todas las estrategias y planes que se nos puedan ocurrir para predicar de Jesús. Podemos dejarnos la piel, la familia, la nación y hasta la vida en ese digno esfuerzo. Podemos usar todos los dones y talentos con los que Dios nos ha dotado. Pero nada de ello tendrá significado, nada servirá, todo será inútil, si no estamos bajo la influencia del Espíritu Santo. Tan sólo Él tiene poder para cambiar el carácter de las personas que nos rodean. Sólo Él cambia el corazón de todos aquellos a los que queremos llegar para hablarles de Dios y su inmenso amor.
Me descansa pensar en esta idea. Necesito consagrarme a Jesús. Sólo eso. Ahí está mi fuerza. Entregarme a la dulce influencia de su Espíritu. Sólo así podré hacer realidad el pensamiento y la ilusión que el maestro ha implantado en mi corazón de alcanzar al mundo, a mi mundo, con su luz.
Que este sábado sea un día de descanso en Jesús. En su amor. En su bondad. Un día para dejarnos llenar de Su Espíritu.
Vuestro desde el arroyo de Besor.
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