No temeremos, aunque la tierra sea removida

Sal 46:2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar;

No siempre se reciben buenas noticias. Estamos en este mundo que está como está y que se acerca a su desenlace final. Quizás el trabajo, la familia, la iglesia o, simplemente, las noticias. Cualquier cosa vale para que tomemos conciencia de esta realidad.
Pero también sucede que tenemos sobre nosotros la mayor de las bendiciones y la más grande protección que se pueda tener. A sólo una oración o pensamiento de distancia. Y también cualquier cosa de las anteriores basta para tomemos esta realidad en cuenta.
Nuestro mundo puede tambalearse. Nuestra existencia puede aparentar resquebrajarse. Pero el temor no tiene porqué aparecer. La debilidad, el desconsuelo y el miedo no forman parte de lo que Dios quiere para nosotros. "Aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al mar, aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza, Dios es nuestro amparo y fortaleza. Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones".Sal 46.

¿Necesidad de paz? ¿necesidad de calma? Levanta los ojos y los pensamientos. Sal fuera de lo que te sucede. Mira las cosas desde el punto de vista divino y deja actuar a Dios.

Feliz día con Jesús.