Introduce fe en tu experiencia. La fe alivia toda carga y todo cansancio. Si confías de continuo en Dios, podrás comprender las providencias que te resultan ahora misteriosas. Recorre por la fe la senda que él te traza. Tendrás pruebas; pero sigue avanzando. Esto fortalecerá tu le, y te preparará para servir.
Ellen White. Profetas y Reyes.
A veces nos cansamos. Caemos agotados. Parece que una tremenda losa nos usa como su principal punto de apoyo.
Es el momento de descansar. Y no sucede nada por parar. Es normal. Dios no se enfada porque nos cansemos. ¿El Maestro no invitó «vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco» (Marcos 6.31)?.
Es en ese momento cuando debemos hacer uso del párrafo que encabeza esta relexión. Tan sólo necesitamos la fe. Una fe que nos prepara para lo que realmente es valioso a los ojos de Jesús: Servir.
Levantar los ojos hacia la fuente de poder. Alzar en vuelo el corazón y descansar en los brazos de nuestro mejor Amigo.
¿Estás agotado? Respira. Necesitamos de tus fuerzas.
¿Estás fuerte? No juzgues al cansado. Existen probabilidades de que necesites, en algún momento, caer pesadamente, sin fuerzas. Y cuando lo hagas, es bueno tener presente la posibilidad de descansar en Jesús.
"El abatimiento puede hacer vacilar la fe más heroica y debilitar la voluntad más firme. Pero Dios comprende, y sigue manifestando compasión y amor. Lee los motivos y los propósitos del corazón. Aguardar con paciencia, confiar cuando todo parece sombrío, es la lección que necesitan aprender los dirigentes de la obra de Dios. El Cielo no los desamparará en el día de su adversidad. No hay nada que parezca más impotente que el alma que siente su insignificancia y confía plenamente en Dios, y en realidad no hay nada que sea más invencible." Profetas y Reyes
domingo, 28 de octubre de 2007
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