Tan sólo mirando hacia arriba podremos andar por este mundo sin tropezar.

viernes, 25 de mayo de 2007

Guarda mis mandamientos y vivirás...


Y él me enseñaba y me decía:

"Retenga tu corazón mis palabras;

guarda mis mandamientos y vivirás." Prov. 4:4


Llegó el final de la semana. Llegó el sábado y con él el cese de mirar nuestras cosas y levantar la vista hacia arriba al tiempo que tendemos una mano a los que están a nuestro lado y les ayudamos a levantarse y mirar hacia lo alto.
Normalmente hemos de alejarnos de las cosas grandes para poder verlas en perspectiva y tomar conciencia de como son en realidad. Para ver una montaña tenemos que estar a una distancia prudencial de ella. Sin embargo con Jesús no pasa lo mismo. Es lo más "grande" que existe, pero para verlo bien tenemos que estar lo más cerca de él posible. Cuanto más cerca mejor. Y si es "dentro", fantástico. Porque es ahí, a su lado, rodeado de él, donde nuestros ojos se enfocan, nuestra nariz afina el olfato y el gusto saborea con placer ... Es ahí donde nos sentimos vivos de verdad. Esta es una de las cosas que son difíciles de explicar. Pero la verdad es que no me importa si se puede explicar o no se puede. Lo cierto es que es así. Y este es uno de los motivos por los que cada siete días Dios nos regala una piscina de tiempo en la que poder zambullirnos y rodeados de él por todas partes permitir que nuestro ser entero se llene de su presencia.
Así que estoy deseando darme un baño, quiero flotar en esas aguas especiales y por 86400 segundos (un día) y mientras apoyo las manos en mi nuca mirar hacia arriba y dejarme llevar. Simplemente disfrutar del baño. "Guarda mis mandamientos y vivirás..." ¿Te apetece?.

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