
Me ha dicho [el Señor]: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
2 CORINTIOS 12.9–10
A veces cuesta entender el sistema de jerarquías que hay en el Cielo. Aquí tendemos a engrandecer a las personas según sea el conocimiento que tengan, la posición económica, el estatus social, etc... Pero ante el trono celestial no es así. Allí lo que prima es el servicio, el amor y la ayuda. El mayor es el que más y mejor sirve a los demás. Por eso el Señor se perfecciona en nosotros en nuestra debilidad. Porque cuando somos débiles es cuando más demandamos fortaleza y ayuda. Cuando somos consientes de nuestra insignificancia es cuando buscamos significado. Y dónde único encontramos todo eso junto y, además, en la medida individual que necesitamos es a los pies de Jesús. Allí aprendemos a servir y a ser útiles, Si no fuera por nuestras debilidades no necesitaríamos de Él, y sólo postrados ante su presencia somos poderosos de verdad.
Feliz día con Jesús..
2 CORINTIOS 12.9–10
A veces cuesta entender el sistema de jerarquías que hay en el Cielo. Aquí tendemos a engrandecer a las personas según sea el conocimiento que tengan, la posición económica, el estatus social, etc... Pero ante el trono celestial no es así. Allí lo que prima es el servicio, el amor y la ayuda. El mayor es el que más y mejor sirve a los demás. Por eso el Señor se perfecciona en nosotros en nuestra debilidad. Porque cuando somos débiles es cuando más demandamos fortaleza y ayuda. Cuando somos consientes de nuestra insignificancia es cuando buscamos significado. Y dónde único encontramos todo eso junto y, además, en la medida individual que necesitamos es a los pies de Jesús. Allí aprendemos a servir y a ser útiles, Si no fuera por nuestras debilidades no necesitaríamos de Él, y sólo postrados ante su presencia somos poderosos de verdad.
Feliz día con Jesús..

"Dios le dio a Salomón la sabiduría que él deseaba más que las riquezas, los honores o la larga vida. Le concedió lo que había pedido: una mente despierta, un corazón grande y un espíritu tierno. "Y dio Dios a Salomón sabiduría, y prudencia muy grande, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar. Que fue mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los Egipcios. Y aun fue más sabio que todos los hombres; . . . y fue nombrado entre todas las naciones de alrededor." (1 Rey. 4: 29 - 31.)" PR [22]
