"De la mañana a la tarde son destruidos, y se pierden para siempre, sin haber quien repare en ello". Job 4:20.Es un texto terrible. Es lo que ocurre con mucha gente en nuestro mundo, especialmente en nuestras sociedades "desarrolladas". Nosotros tenemos algo que decir al respecto. Los cristianos creemos que eso no es así, aunque el ser humano si se comporte así respecto a su prójimo. Sí hay quien repara en ello. Dios conoce el drama de cada ser humano y ha puesto solución a su destrucción. Las personas necesitan saber esto. Por encima de doctrinas particulares respecto a este o el otro tema, la gente necesita saber que Dios se preocupa por ellos, ha solucionado su "eterno" problema y se ocupa hasta de las pequeñas cosas de su vida cotidiana. Ayer os compartía mi preocupación acerca de no confundir el objetivo como iglesia, hoy os hablo de mi preocupación respecto a no confundir el contenido de nuestro mensaje. El mensaje es sencillo y claro pero de un poder extraordinario porque viene de Dios. El Señor nos de poder para proclamar "su" mensaje. Amen.
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