Hay veces que parece que se me enciende una luz en el cerebro. De repente entiendo algo de una forma nueva, diferente, como si nunca antes lo hubiese entendido o simplemente me había pasado desapercibido. En ese momento parece que no podría estar más cerca del cielo. Si respiro profundo puedo percibir el olor a incienso agradable. Si agudizo el oído me llegan notas y acordes inspiradores. Casi siempre me suele pasar mientras leo las Escrituras o converso de forma sosegada y sin prisas con el Maestro. Entonces entiendo que Jesús ha venido a charlar conmigo. Y de repente la vida cobra un valor inesperado e ilusionante. Tomo conciencia de la bendición que es estar ahí y de la responsabilidad que tengo para que otros conozcan y sientan lo que yo siento. Pero esa responsabilidad no es una carga (si así fuera sería demasiado pesada) es un privilegio, un placer y un aliento que le da significado a mi vida. Esa responsabilidad es un trabajo para dos: Jesús y yo.
Toda nuestra vida espiritual gira en torno a un sólo punto, y no lo quiero olvidar; en palabras del título de un libro que leí ese punto sería: "No te dejaré, hasta que seas perfecto". La perfección cristiana es simplemente andar en las huellas de Jesús. Seguir en el camino, nunca abandonarlo. Lo cierto es que tal y como van sucediendo las cosas en el mundo estoy seguro que el tiempo está cerca, el tiempo en que le veremos cara a cara.
Es mi oración que cuando llegue ese día nos coja caminando tras esas mismas huellas tras las que ahora caminamos.
Luc 24:45 "Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras" "... y ellas son las que dan testimonio de mi"
Toda nuestra vida espiritual gira en torno a un sólo punto, y no lo quiero olvidar; en palabras del título de un libro que leí ese punto sería: "No te dejaré, hasta que seas perfecto". La perfección cristiana es simplemente andar en las huellas de Jesús. Seguir en el camino, nunca abandonarlo. Lo cierto es que tal y como van sucediendo las cosas en el mundo estoy seguro que el tiempo está cerca, el tiempo en que le veremos cara a cara.
Es mi oración que cuando llegue ese día nos coja caminando tras esas mismas huellas tras las que ahora caminamos.
Luc 24:45 "Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras" "... y ellas son las que dan testimonio de mi"