
"Cristo es el gran centro, la fuente de toda fuerza. Sus discípulos han de recibir de él sus provisiones. Los más inteligentes, los mejor dispuestos espiritualmente, pueden otorgar a otros solamente lo que reciben. De sí mismos, no pueden suplir en nada las necesidades del alma. Podemos impartir únicamente lo que recibimos de Cristo; y podemos recibir únicamente a medida que impartimos a otros. A medida que continuamos impartiendo, continuamos recibiendo; y cuanto más impartamos, tanto más recibiremos. Así podemos constantemente creer, confiar, recibir e impartir.La obra de fomentar el reino de Cristo irá adelante, aunque por todas las apariencias progrese lentamente y las imposibilidades parezcan testificar contra su progreso. La obra es de Dios, y él proporcionará los recursos y mandará quienes ayuden, discípulos fieles y fervientes,cuyas manos estén también llenas de alimento para la muchedumbre hambrienta..... El Señor dice: "Dad, y se os dará." "El que siembra con mezquindad, con mezquindad también segará; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.... Y puede Dios hacer que toda gracia abunde en vosotros; a fin de que, teniendo siempre toda suficiencia en todo, tengáis abundancia para toda buena obra; según está escrito:"Ha esparcido, ha dado a los pobres; Su justicia permanece para siempre."Y el que suministra simiente al sembrador, y pan para manutención, suministrará y multiplicará vuestra simiente para sembrar, y aumentará los productos de vuestra justicia; estando vosotros enriquecidos en todo, para toda forma de liberalidad; la cual obra por medio de nosotros acciones de gracias a Dios." DTG.Pág 339
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